¿Por qué me odio a mi mismo?
Las actitudes negativas dirigidas hacia nosotros por los padres u otros cuidadores influyentes son internalizadas para componer nuestra propia imagen. Es lógico pensar que, así como las actitudes positivas de nuestros padres hacia nosotros nos pueden llevar a desarrollar la autoestima y la confianza, sus actitudes más críticas pueden promover todo lo contrario.“Me odio a mí mismo” es una expresión interna tristemente común contra la que luchan personas de todas las edades. Pero ¿de dónde vienen este tipo de pensamientos? Para los doctores Robert y Lisa Firestone estos pensamientos se originan en las experiencias negativas de la vida temprana. La forma en que somos vistos mientras crecemos y las actitudes dirigidas hacia nosotros conforma cómo nos vemos más tarde a nosotros mismos.
No se trata de culpar a los padres. Es importante darse cuenta de que los padres se enfrentan a una difícil tarea, en la medida en que surgen los sentimientos dolorosos de su propio pasado. Por lo tanto, pueden reaccionar de forma inapropiada o críticamente con sus hijos en los momentos de estrés. Por otra parte, los propios sentimientos críticos que los padres tienen hacia sí mismos, a menudo son transmitidos a sus hijos de manera inconsciente.
Por ejemplo, si nuestros padres actuaban a menudo como si fuéramos muy traviesos, nos hacian callar constantemente, o simplemente se sentían tensos en nuestra presencia, podríamos llegar a asumir que realmente somos una molestia. Una consecuencia previsible nos convertiría en personas excesivamente tímidas, con tendencia a mantener una actitud poco asertiva o de disculpa en nuestra vida adulta, o a tomar una posición sumisa en nuestras relaciones.
¿Qué puedo hacer para dejar de odiarme a mí mismo?
Para detener el ciclo de odio a sí mismo y vivir libre de limitaciones imaginarias, tenemos que aprender a desafiar a nuestro crítico interno. La superación de nuestra voz crítica es el primer paso en el proceso de diferenciación descrito por los doctores Robert y Lisa Firestone en su libro The Self Undr Siege.
El libro describe los cuatro pasos de la diferenciación a partir de la ruptura con los pensamientos destructivos y actitudes que han sido interiorizadas. Es un proceso que se puede utilizar para ayudar a las personas a identificar y desafiar su voz crítica.
El primer paso de este proceso implica reconocer inicialmente las fuentes de estos pensamientos críticos, a continuación responder a estos ataques con un punto de vista hacia ti mismo más compasivo y realista. Por último se deben desafiar los comportamientos destructivos que la voz crítica te anima a realizar.
El segundo paso de la diferenciación implica reconocer en ti mismo los rasgos negativos desafiantes que son imitación de tus padres u otras figuras importantes en tu desarrollo. Si tuvieras un padre autoritario o exigente, por ejemplo, debes tratar de desafiar las maneras en las que tu mismo controlas tu vida.
La tercera etapa de la diferenciación implica renunciar a los patrones de defensa que formaste como adaptaciones al dolor experimentado en tu infancia. Es posible que hayamos formado estas defensas como una forma de protección infantil, pero estos pensamientos y comportamientos pueden hacernos daño en nuestra vida adulta. Por ejemplo, si te sentías muy vigilado cuando eras niño, es posible que hayas crecido buscando el aislamiento por temor a la intromisión de los demás.
El cuarto y último paso de la diferenciación implica tratar de encontrar tus propias creencias, valores e ideales. ¿Cómo quieres vivir tu vida? ¿Cuáles son tus aspiraciones para el futuro? Cuando nos separamos de nuestro crítico interno estamos más cerca de conocer a nuestro verdadero yo. Podemos tomar acciones y medidas que reflejen nuestras necesidades y deseos, lo que dará más sentido a nuestra vida.
Mientras tratamos de conseguir este objetivo de encontrar a nuestro verdadero yo, podemos experimentar un aumento de la ansiedad o una afluencia recurrente de voces críticas que se resisten. Sin embargo, si se persiste en desafiar a este enemigo interno, terminan por volverse más débiles y podremos liberarnos de los sentimientos de odio hacia nosotros mismos y empezar a vivir una vida más plena.
El libro describe los cuatro pasos de la diferenciación a partir de la ruptura con los pensamientos destructivos y actitudes que han sido interiorizadas. Es un proceso que se puede utilizar para ayudar a las personas a identificar y desafiar su voz crítica.
El primer paso de este proceso implica reconocer inicialmente las fuentes de estos pensamientos críticos, a continuación responder a estos ataques con un punto de vista hacia ti mismo más compasivo y realista. Por último se deben desafiar los comportamientos destructivos que la voz crítica te anima a realizar.
El segundo paso de la diferenciación implica reconocer en ti mismo los rasgos negativos desafiantes que son imitación de tus padres u otras figuras importantes en tu desarrollo. Si tuvieras un padre autoritario o exigente, por ejemplo, debes tratar de desafiar las maneras en las que tu mismo controlas tu vida.
La tercera etapa de la diferenciación implica renunciar a los patrones de defensa que formaste como adaptaciones al dolor experimentado en tu infancia. Es posible que hayamos formado estas defensas como una forma de protección infantil, pero estos pensamientos y comportamientos pueden hacernos daño en nuestra vida adulta. Por ejemplo, si te sentías muy vigilado cuando eras niño, es posible que hayas crecido buscando el aislamiento por temor a la intromisión de los demás.
El cuarto y último paso de la diferenciación implica tratar de encontrar tus propias creencias, valores e ideales. ¿Cómo quieres vivir tu vida? ¿Cuáles son tus aspiraciones para el futuro? Cuando nos separamos de nuestro crítico interno estamos más cerca de conocer a nuestro verdadero yo. Podemos tomar acciones y medidas que reflejen nuestras necesidades y deseos, lo que dará más sentido a nuestra vida.
Mientras tratamos de conseguir este objetivo de encontrar a nuestro verdadero yo, podemos experimentar un aumento de la ansiedad o una afluencia recurrente de voces críticas que se resisten. Sin embargo, si se persiste en desafiar a este enemigo interno, terminan por volverse más débiles y podremos liberarnos de los sentimientos de odio hacia nosotros mismos y empezar a vivir una vida más plena.
Fuente: psicopedia.org/