Conociendo la Neurosis
La neurosis es la estructura clínica más común en la sociedad. Quienes son llamados generalmente como “normales” son, en términos clínicos, sujetos neuróticos, su mecanismo básico es la represión, como Freud mismo sostiene se puede afirmar que todos somos enfermos neuróticos ya que las precondiciones para la formación de los síntomas, la represión, puede formarse en personas “normales” (Freud, 1915/1981).
Neurosis es un término propuesto
por el médico escoses, William Cullen en 1979 para hacer referencia a trastornos motores y sensoriales causados
por patologías del sistema nervioso. Posteriormente, fue un término
psiquiátrico que se utilizó para designar toda una gama de desórdenes nerviosos
con una amplia variedad de síntomas, hasta que el padre del psicoanálisis en
una primera nosología adopta el término “neurosis”
o “psiconeurosis” para algunas
sintomatologías de sus pacientes caracterizadas como histeria u obsesión.
En términos generales, una
descripción del neurótico desde marco analítico se encuentra en Nasio (1993)
quien refiere que el neurótico es “aquel que hace todo lo necesario para no gozar en lo
absoluto; y está claro, una manera de no gozar en la absoluto es gozar poco, es
decir, realizar parcialmente el deseo”.
Aquí, el goce se puede considerar un impulso originado en una zona erógena del cuerpo que en camino hacia su fin se encuentra con obstáculos, se acumula y se abre salidas; en otras palabras “el goce es energía del inconsciente cuando el inconsciente trabaja”. Además, el sujeto neurótico se caracteriza como un sujeto insatisfecho y dubitativo sobre los ámbitos de su vida.
Aquí, el goce se puede considerar un impulso originado en una zona erógena del cuerpo que en camino hacia su fin se encuentra con obstáculos, se acumula y se abre salidas; en otras palabras “el goce es energía del inconsciente cuando el inconsciente trabaja”. Además, el sujeto neurótico se caracteriza como un sujeto insatisfecho y dubitativo sobre los ámbitos de su vida.
La expresión de la neurosis se da
a través de síntomas que reflejan la forma en cómo la estructura neurótica se
defiende contra el goce de tres maneras distintas: la histeria, la fobia y la obsesión: “El goce intolerable se
convierte en trastornos del cuerpo en el caso de la histeria, se desplaza como
alteración del pensamiento en la obsesión, y se expulsa, para retornar de
inmediato como peligro exterior, en la fobia”.
No obstante, aunque lo que se observa en el
campo clínico en términos generales es lo descrito por Nasio, lo anterior no es
una regla rígida. En clínica no es una distinción confiable o un criterio
diagnosticar siempre de histérica a quien se va abrumada por síntomas
corporales. De esta manera, el neurótico se configura como una persona que, a
partir del síntoma, goza parcialmente para frenar el goce sin medida. Tal vez,
el mejor ejemplo es la histeria:
Un histérico es aquel que crea enteramente una realidad, su propia
realidad, es decir que instrumenta un fantasma en el cual el goce más soñado se
sustrae sin cesar. Es por esta razón que Lacan caracterizó el deseo histérico,
y por lo tanto todo deseo, como profundamente insatisfecho, ya que jamás se
realiza plenamente, sólo se realiza con fantasmas y a través de síntomas
(Nasio, 1993, p.45).
El neurótico impone al lazo
afectivo con el otro la lógica de su fantasma inconsciente encarnando el papel
de víctima desdichada e insatisfecha. El fantasma corresponde a la forma en la
que el sujeto representa al mundo y se da un lugar en él, por lo tanto el
fantasma moldea la cotidianidad del neurótico y la forma de relacionarse con
los demás.
Por su parte, la insatisfacción es la forma de evitar el peligro de la satisfacción del goce máximo, un goce que lo volvería loco, por ello evita a toda costa cualquier experiencia que lo conduzca a un estado de satisfacción plena. “El miedo y la tenaz negativa a gozar ocupan el centro de la vida psíquica del neurótico histérico”.
Por su parte, la insatisfacción es la forma de evitar el peligro de la satisfacción del goce máximo, un goce que lo volvería loco, por ello evita a toda costa cualquier experiencia que lo conduzca a un estado de satisfacción plena. “El miedo y la tenaz negativa a gozar ocupan el centro de la vida psíquica del neurótico histérico”.
Freud distingue, entre el conjunto de las neurosis, diversos tipos:
Histeria:
Histeria de angustia
Histeria de conversión
Neurosis obsesiva
Fobias
Neurosis obsesiva
Fobias