Mindfulness en la infancia
La atención plena o Mindfulness
es una práctica centrada en el momento presente, el fin de dicha
actividad es ayudarnos a tomar conciencia del "Aquí y ahora".
El origen de esta técnica (Técnicas de Mindfulness) es milenaria, pero
es ahora cuando está teniendo un peso importante entre el público en general,
incluso entre los sanitarios como complemento a los tratamientos tradicionales.
El motivo por el que se está haciendo
cada día más popular son los beneficios para la salud y nuestro Bienestar
Emocional, entre los que cabe destacar:
1. Toma de conciencia con el cambio
constante (pensamientos, emociones y sensaciones).
2. Menor identificación con los pensamientos
(No soy lo que pienso)
3. Disminuye el estrés.
4. Mejora la gestión de nuestras
emociones.
5. Aumenta la concentración.
6. Se descansa mejor al dormir.
7. Mayor calma y paz.
8. Mayor aceptación y compasión de si mismo.
8. Mayor aceptación y compasión de si mismo.
Esta técnica se está integrando como una
herramienta más en la intervención psicológica y en los talleres de gestión
emocional, incluso se anima a que los niños/as la comiencen a practicar. Hay
guarderías que han empezado a introducir mindfulness en su rutina.
Hasta que la práctica de la Atención plena se generalice en
el ámbito sanitario y educativo, desde casa podemos ayudar a nuestros hijos/as
y motivarles para que se beneficien de esta técnica.
A continuación les dejamos
unas pautas para ayudarles a incorporar Mindfulness en su vida
diaria:
1. Es fundamental que el adulto que
acompañe en esta practica se familiarice con las técnicas de relajación y/o atención plena. Dedícate 5 minutos para contagiarte de la paz y la calma que se sentirás con la práctica.
2. Eres el modelo de tu hijo/a, eso es una gran ventaja porque
aceptará muy bien compartir contigo ese momento de tranquilidad. Introdúcelo
como un juego.
3. Acordar entre los dos la hora en la que os vais a reunir y
tener vuestro momento de calma.
4. Crear un espacio dedicado sólo a Mindfulness. Será un rincón
especial de paz. Puedes animar a tu hijo/a a usarlo cuando se sienta nervioso y
quiera relajarse. De esta manera aprenderá a tomar conciencia de sus diferentes
estados emocionales.
5. Respetar el silencio, es otra forma de comunicación.
6. Hacer de la cena o la comida un encuentro amable entre la
familia, invitando a vuestro/a hijo/a que os cuente algo sobre su día, y
vosotros compartir algún evento sobre el vuestro.
Seguro que en la práctica surgirán nuevas formas de compartir
momentos presentes con tu hijo/a, déjate llevar por la creatividad de tu
pequeño/a. Ellos pueden enseñarnos muchas cosas sobre "vivir en el
presente" y "conectar con tu niño interior".
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Muchas gracias a Mente Informática por dejarme participar en su blog, y por vuestro tiempo.
Este artículo ha sido escrito por Patricia María, Psicóloga del
blog Psicología y Bienestar Emocional
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